Valencia,
ubicada en la región central de Venezuela, ha tenido un crecimiento acelerado
durante los últimos años. Se ha
convertido en la ciudad con mayor aumento de población del país, convirtiéndose
así en la tercera más poblada de Venezuela, estando por debajo de Caracas y
Maracaibo. Pero, ¿acaso este crecimiento ha representado un impacto positivo en
la capital carabobeña?
En
la actualidad, Valencia está dividida en 3 grandes sectores: norte, centro y
sur. Siendo este último el sector menos privilegiado. Veamos por qué:
El diagnóstico
Valencia
desde la época colonial se desarrolló desde su centro histórico mediante el
ordenamiento que regía en la época, conocido como “Las Leyes de Indias”. Con la
industrialización, se iniciaron nuevos desarrollos habitacionales hacia el
norte y sur de Valencia. Urbanizaciones como Santa Rosa, Fundación Mendoza, la
Isabelica, entre otras, impulsadas por la empresa privada para darle cabida a
la población obrera que constituiría la masa laboral de la pujante ciudad
industrial.
Esta
condición, atrajo una gran masa de personas que ocupó ilegalmente tierras
conexas a las urbanizaciones ya constituidas. Estos desarrollos ilegales se
asentaron en su gran mayoría en el sur de la ciudad. Desarrollos carentes de
planificación y con construcciones precarias que durante los años se
constituyeron como “barrios” y que comenzaron a formar parte de la ciudad que
hoy en día conocemos.
Aumentó
la densidad poblacional al asentarse estas poblaciones lo que generó en la
actualidad un colapso de servicios. Durante su asentamiento no previeron los
servicios, (los cuales llamaremos equipamientos), que deben constituir a una
comunidad: comercio, médico-asistencial, educación, recreación. En la actualidad,
la necesidad de los mismos llevó al colapso de los servicios de las urbanizaciones
adyacentes, y hasta más allá, las cuales si contaron con la debida
planificación.
¿Por
qué son tan importantes estos equipamientos? Simple. No solo
proveen el servicio a los habitantes de los sectores, sino que también generan
empleo, aumento la actividad económica, deportiva y cultural, y por
consiguiente de la calidad de vida y acompañada de esta la disminución de la
delincuencia, problemas que atañen a nuestras poblaciones menos favorecidas.
Actualmente
sabemos que el norte de Valencia es el sector con mayor planificación. El eje
de la avenida Bolívar (norte y sur), así como en las adyacencias de las mismas,
contiene una gran cantidad de
oportunidades laborales que no han sido desaprovechadas en lo absoluto por los
pobladores de los sectores menos favorecidos. A este comportamiento le
llamaremos “migración express”, refiriéndonos en este caso al traslado de las
personas de un sector a otro en búsqueda de empleo u otros servicios de los que
carecen en sus comunidades.
. Tenemos entonces un comportamiento migratorio de sur a
norte, impulsado por la actividad comercial y educativa condensada en el en el
norte. ¿Qué significa esto? Que la gran masa poblacional concentrada en el sur
se traslada desde su sector al norte durante tres importantes etapas del día: mañana,
medio día y noche, en una ciudad con un sistema vial obsoleto, un sistema de
transporte precario y una línea de metro inconclusa, es evidente que el
problema de valencia radica en la movilidad.
¿Cómo abordar este
problema? El sector sur debe ser abordado de inmediato. Se deben reconocer
los problemas de equipamiento urbano en este sector, abordarlo y darle cabida
como el principal problema de la ciudad.
La solución
Es necesario equipar los barrios de la zona sur de
Valencia cuya planificación fue inexistente. Dotarlas de servicios como comercios: los cuales provean la
cantidad necesaria de insumos para la densidad poblacional de dichas zonas, educación desde básica hasta la
superior, de manera que la masa estudiantil migratoria pueda controlarse
teniendo opciones cercanas a sus hogares. Medio
asistencial: Hospitales, módulos de salud que provean la atención necesaria
a dicha población. Áreas de recreación (culturales
y deportivas) para el rescate de los valores y la interacción ciudadana. Logrando dotar este sector con los
equipamientos antes mencionados se generaran empleos en cada uno de los
servicios, lo que representará un aumento de la actividad económica de la
región. Además de esta manera se mantendrá una población relativamente
“estática” haciendo los niveles de
movilidad más cortos y aumentando así la productividad de cada individuo.
Una vez lograda la estabilización de este sector, el
factor migratorio disminuirá y por consiguiente el problema de movilidad se
resolverá. Dando la oportunidad de desarrollar las zonas centro y norte a nivel
vial y de trasporte público, desarrollando nuevos planes para áreas recreativas de las cuales carecen estos desarrollos. Una vez
logrado esto se habrá conseguido un orden en los tres sectores y por consiguiente
una interacción más amable entre las mismas dando oportunidad a que nuevas
actividades económicas se desarrollen como el
turismo, la tecnología y el reciclaje, obteniendo así un
crecimiento significativo del P.I.B. de la ciudad.
Increíblemente, la movilidad resulta el primer problema
de la ciudad de Valencia, siendo la misma provocada por otra serie de problemas
que resultan de la necesidad de una población que cada día crece más y que
depende de un factor migratorio para así poder sobrevivir al vibrante ritmo de
la ciudad que habitan.
Arq. Manuel A. Carruido
Valencia 7 de octubre del 2013
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